Natalia cuenta su experiencia
Cada tripulante hacía su tarea,
mi papá nadando…Cris y Marce en el kayak.
Yo, observaba a mi mamá, que es
toda una entidad en paciencia, amor y dedicación a su familia, ella estaba
sentada en la proa, con una barita de incienso encendida, haciendo ejercicios
de visualización, para colaborar en el más cabal de los sentidos, me senté
rodeándola con mis piernas y brazos, intentando contenerla, todo lo que me fuera
posible, y de repente la tensión se quebró para dar lugar a que emergiera el
llanto, un agua interior de ese rio que
nos recorría expresando el sentir, mezcla de alegría de haberlo logrado, hacer
que pudiera tirarse a emprender el cruce… y
angustia de que aún falte un tramo incierto en el que podía llegar o no,
sin embargo la mayor preocupación, era por su seguridad.
Natalia Analía López ( kayista)